Domingo,01 de Septiembre de 2024

Hemos pedido una explicación y obtuvimos respuesta, las piedras de la publicación de la eurodiputada no son de Fuerteventura.

Una vez aclarado esto, queremos señalar, una vez más, el motivo de preocupación del Ayuntamiento de La Oliva

La idea principal de nuestro post era recordar el principio expuesto en la Ley de Patrimonio Natural vigente en todo el territorio nacional. “Ningún elemento natural debe ser extraído de su medio, dañarse o pintarse con el fin de convertir una piedra en un elemento decorativo”. Este es el verdadero mensaje, una problemática que ha repercutido de manera directa sobre nuestra isla, Fuerteventura.

Sí, parece una práctica inofensiva. “Solo son cuatro piedras” nos comentan algunos. Sin embargo, los habitantes de esta isla sabemos que no es así. Desde 2019 se vienen produciendo acciones no muy distintas, donde se daña de igual modo nuestro medio ambiente. La Playa del Mejillón, ubicada en el norte de la isla que se caracteriza por sus rodolitos blancos y que muchos conocerán como “Popcorn Beach” o “Playa de las Palomitas” fue popularizada por cientos de visitantes del municipio en sus redes sociales. Este lugar tan especial se hizo viral y muchos no dudaron en coger estas piedras como un “recuerdo” de la isla. En el aeropuerto de Fuerteventura, se han requisado más de cuatro toneladas de rodolitos durante el último año.

Rogamos a las personas públicas, con un alcance de millones de personas en redes sociales, que no publiquen este tipo de contenido sobre nuestra isla, pero tampoco de ningún lugar, porque con estos actos incitan al resto de la población a imitarlas. Cuidemos la naturaleza de aquí, de la península y de cualquier país. Nuestra responsabilidad es preservar este planeta en el que estamos de paso, para que nuestras generaciones futuras puedan disfrutarlo también después.

Nuestra intención nunca ha sido otra que no sea poner sobre la mesa la problemática actual que sufren los entornos naturales de muchos lugares, especialmente de Canarias. Lamentamos que nuestra preocupación por el entorno haya desencadenado en esta cadena de ataques personales a representantes y trabajadores del Ayuntamiento de La Oliva.

Gracias a aquellos que se han molestado en leer la nota de prensa completa. En ningún momento hemos asegurado que las piedras fueran de aquí.